La faba asturiana IGP, Indicación Geográfica Protegida, es un tesoro culinario que ha conquistado los paladares más exigentes dentro y fuera de Asturias. Pero, ¿qué hace tan especial a esta legumbre? Profundicemos en sus características, su reconocimiento y su proceso de producción para descubrir por qué es un emblema de la gastronomía asturiana.
Sobre el producto
La faba asturiana IGP abarca las judías secas de la variedad tradicional «Granja Asturiana», Phaseolus Vulgaris, L., destinadas al consumo humano. Este ingrediente, esencial en la cocina asturiana, se caracteriza por su vaina lisa y alargada, y por un grano oblongo, largo y aplanado, con un fondo blanco y una longitud mínima de 18 mm. Una vez cocinada, la faba asturiana se presenta entera, con piel lisa y un albumen mantecoso al paladar, poco granuloso y harinoso.
El cultivo y la recolección de este producto se realizan con esmero, ofreciendo al consumidor la opción de adquirirla en saquetes, embutidos o platos cocinados listos para su degustación.
Cómo reconocerlo
Para garantizar la autenticidad y calidad de la faba asturiana IGP, las empresas envasadoras inscritas la adquieren de productores también inscritos. Esta faba se comercializa en envases autorizados, con capacidad igual o inferior a un kilo para el comercio minorista, y de 5 y 10 kilos para la hostelería. Es importante destacar que la faba asturiana amparada por la IGP nunca se vende a granel.
Zona de producción
La zona geográfica delimitada de producción de la faba asturiana comprende la totalidad del territorio del Principado de Asturias.
Para más información, el Consejo Regulador de la IGP Faba Asturiana proporciona sus datos de contacto:
- Centro de Iniciativa Empresarial Polígono de La Cardosa. 33820, Grado. Principado de Asturias
- Teléfono: 985 751 800
- Correo electrónico: info@faba-asturiana.org
- Sitio web: www.faba-asturiana.org